El equipo experimental producido por la firma Satellogic en alianza con el Ministerio de Ciencia y Tecnología fue lanzado desde Rusia.
"Soy CubeBug 2, pero pueden decirme Manolito", así se presentaría en sociedad el segundo nanosatélite argentino en surcar el espacio. Esta madrugada, a las 4:26 para ser más precisos, la secuela de Capitán Beto (el equipo lanzado desde China en abril) comunicó desde su cuenta de Twitter que ya estaba volando luego de despegar desde Rusia.
Para llegar al espacio Manolito es lanzado junto a otros pequeños equipos espaciales que se "suben" al gran lanzamiento de un satélite más grande, en este caso el DubaiSat-2. Como el nanosatélite argentino pesa poco menos de dos kilos y no es muy voluminoso sólo necesita un pequeño espacio en el compartimento que es lanzado. Despegues como estos, en los que varios proyectos pequeños se montan sobre uno mayor, le permiten experimentar a compañías más pequeñas que, en su defecto tendrían un lanzamiento mucho más costoso (bajo esta modalidad deben desembolsar "apenas" 120 mil dólares, 60 mil por cada kilo) . En la animación oficial que acompaña esta nota se puede ver como se van soltando las diferentes piezas a lo largo del proceso. CubeBug 2 es uno de los nanosatélites que aparecen a los 30 segundos.
En una presentación en el edificio del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyt), Emiliano Kargieman, fundador de Satellogic, dijo que el aprendizaje generado por Capitán Beto, que aún sigue en contacto desde el espacio, les permitió generar varias mejoras en Manolito pese a que parten de la misma plataforma tecnológica. Gerardo Richarte amplió contando que con el primer equipo tuvieron problemas de comunicación que demandaron varias semanas de trabajo hasta que pudieron ser resueltos. A esa mejora se le suma que el segundo nanosatélite permite tomar imágenes de la tierra y cuenta con mejores procesadores internos.
Según Kargieman si se quisiera replicar Manolito el costo sería de 70 mil dólares, pero para llegar a estos pequeños montos se realizó una gran cantidad de trabajo de investigación y desarrollo que ha llevado a la empresa a desembolsar hasta el momento US$ 4 millones, mientras que el MinCyT aportó $ 10 millones. Ante la pregunta de Infotechnology.com sobre si la alianza entre empresa y ministerio puede llevar a que en el futuro ambos sean socios, Lino Barañao, titular de la entidad, dijo que no hay nada arreglado al respecto, puede ser que el Estado invierta como que no lo haga. El ministro destacó que estas inversiones se hacen para "promover este tipo de desarrollos de avanzada y como bien público".
En esa línea Manolito cuenta con 80% de componentes nacionales (por ejemplo: los paneles solares que lo alimentan cuentan con tecnología de INVAP) y según destacó Kargieman no hay motivo para que el 100% del equipo no se realice con piezas nacionales. Algunas de los componentes utilizados en Manolito son generados especialmente para Satellogic y, como contaron los emprendedores entre sonrisas, a veces el proveedor lo incluye en su producción sólo por el plus de saber que va a estar girando alrededor de la Tierra.
Crédito: Pablo Martín Fernández
Si todo sale bien Satellogic, que hoy emplea a 18 personas, quiere lanzar otro satélite más grande en abril de 2014. El año que viene seguirá este patrón experimental y en 2015 esperan poder salir a ofrecer servicios en base a lo aprendido por Capitán Beto y Manolito. Kargieman y Richarte destacaron los usos que podría tener su plataforma para gobierno y las industrias de petróleo, gas y agro.
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