El Instituto Tecnológico de Buenos Aires comenzará a usar Google Apps, la suite de herramientas cloud de la empresa de Mountain View que utilizan alrededor de 300 instituciones educativas en el país. En diálogo con Infobae, la universidad y la firma explicaron el porqué de la elección
En la actualidad, hay unos 25.000 millones de equipos conectados a internet en todo el mundo; según previsiones de Cisco, esa cantidad se duplicará en 2020. A medida que crece el número de smartphones, tablets y PC, entre otros, con que se accede a la web, resulta natural que los usuarios busquen tener acceso a sus archivos, contenidos y correos desde cualquier equipo y desde cualquier lugar.
Es por eso que hoy crece la computación en la nube en sus distintas formas y en distintos ámbitos: no solo entornos corporativos hoy utilizan este tipo de servicios, sino también distintas instituciones educativas de todos los rincones del mundo.
En la Argentina, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) comenzará a utilizar Google Apps for Education, el ecosistema de aplicaciones basado en la nube de Google. En una entrevista con Infobae, Michele Battelli, líder de programas de infraestructura y educación de Google para América Latina, y Osvaldo Rosso, director de Servicios Informáticos del ITBA, explicaron las ventajas de usar herramientas en la nube en el ámbito educativo y por qué la institución se decantó por Google Apps.
La tecnología cambió la forma en que nos comunicamos, trabajamos y estudiamos. ¿De qué maneras creen ustedes que cambió la experiencia de aprender y enseñar o el ámbito educativo en general?
Michele Battelli (MB): A nivel local, en la Argentina se está en la madurez de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) al punto tal de que estamos viendo cambios en el modelo de educación. Se está pasando de un sistema educativo más clásico al sistema digital. Y este es el momento más importante para adoptar nuevas tecnologías en temas de TIC en educación para que el sistema educativo se vuelque un poco al futuro, a lo que va a ser la educación de mañana.
La tecnología de la educación permite a cualquier persona ponerse a nivel global en términos de experiencia y de oportunidad de trabajo en el futuro. En este momento, estas herramientas tecnológicas permiten a los chicos de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, como a los estudiantes del ITBA, tener las mismas oportunidades que los estudiantes en los Estados Unidos y en Europa que van a las escuelas de elite, porque van a tener las mismas herramientas y van a ponerse al nivel global de la educación. Eso es muy importante porque brinda igualdad de oportunidades.
Osvaldo Rosso (OR): En general las tecnologías de información permiten borrar un poco la diferencia de nivel entre los docentes y los alumnos. En la educación clásica, se genera una comunicación desde el docente al alumno, principalmente. En este caso, las tecnologías permiten que esa comunicación sea más horizontal, ya sea por videoconferencia o grupos de trabajo que se forman a través de una experiencia que el docente propone. El hecho de que la gente pueda hacer esto desde su casa o desde cualquier lugar permite que exista una comunicación más democrática en el proceso de adquisición de conocimientos.
Nosotros hemos escuchado experiencias de alumnos que se reúnen virtualmente desde sus casas durante el fin de semana, hablan entre ellos, se intercambian documentos y los editan juntos y lo hacen sin tener que juntarse. Ese es el impacto que nosotros pensamos que tiene la tecnología en la educación.
¿Qué innovación tecnológica o herramienta de los últimos años consideran que fue la más relevante en materia de educación?
OR: La videoconferencia se inscribe dentro de un conjunto de herramientas de colaboración, que puede ser editar documentos en forma colaborativa, compartida. La videoconferencia es una herramienta más, pero se trata, básicamente, de esta posibilidad de que la comunicación fluya de forma horizontal y de armar comunidades con mucha velocidad utilizando las herramientas para comunicarse. Por ejemplo, en el caso puntual del ITBA, nosotros tenemos docentes que, cuando viajan al exterior, dan clase de forma remota a través de estas herramientas.
MB: Siguiendo un poco lo que dijo Osvaldo sobre la distancia, la posibilidad de tener clases a distancia, pero de manera masiva. No solo en el conjunto de la clase: el profesor puede dar clase a cualquier estudiante del mundo que pueda participar. Este tema de colaboración sale de la escuela física y alcanza un nivel global. Por ejemplo, los cursos masivos online dan la posibilidad al profesor a través de herramientas de colaboración –de videoconferencia, pero también de textos y presentaciones– de alcanzar una clase virtual más extensa.
El ITBA recientemente eligió empezar a usar Google Apps. ¿Cómo llegaron a tomar esa decisión y cómo se definieron por Google Apps?
OR: Todo comenzó con una invitación de Google Apps para que subiéramos a su proyecto, el año pasado. Empezamos a hacer unas pruebas de concepto con grupos reducidos de personas y a preguntar a la comunidad cuál era la experiencia de uso previo y la visión que tenían sobre poder incorporarlo a la universidad. Lo que descubrimos es que una gran cantidad de gente de forma individual o grupal ya estaba usando esas herramientas: correo, compartía archivos, videoconferencia. Lo que descubrimos es que era muy natural para nosotros oficializar esas herramientas y ponerlas bajo el contexto de la universidad porque había mucha gente, entre docentes y alumnos, que ya las utilizaba.
MB: Esto es un tema importante que descubrimos no solo en el ITBA, sino en distintas universidades de Latinoamérica y el mundo: los estudiantes quieren estudiar de la misma manera que viven, con las mismas herramientas que usan para comunicarse con sus amigos. Es la forma más natural también para aprender. La escuela ha demostrado que se queda un poco atrás con la tecnología. En este momento, lo que estamos haciendo es reducir esa brecha (gap) que hay entre la vida diaria de los estudiantes y la vida en la escuela.
¿Cómo es la transición hacia Google Apps, por ejemplo, a nivel de compatibilidad de archivos? ¿Cómo es la migración de una plataforma a otra?
OR: La transición recién comenzó: nosotros tenemos previsto que los correos electrónicos se migren a fin de septiembre. En cuanto a experiencias piloto con pequeños grupos, no encontramos muchas dificultades: básicamente, es una cuestión de entrenamiento. Una de las ventajas que encontramos al pasarnos a la nube es que se puede leer mails y consultar calendarios usando las mismas herramientas que antes del pasaje. Por ahí se debe reentrenar a la gente en pequeñas cosas o ayudarlos a subir sus contenidos de su computadora a la nube. En cuanto a compatibilidad, no hay ningún problema que hayamos visto. La universidad, además, tiene sus estructuras de comunicación basadas en estructuras abiertas y eso también facilitó, desde el aspecto técnico especialmente, el trabajo con Google, porque las que ellos utilizan internamente también están basadas en sistemas abiertos.
La política de adopción va a ser individual de cada docente: como siempre, va a haber un grupito que lo va a adoptar enseguida, a otro que le tomará más tiempo y otros que por ahí nunca lo hagan. La experiencia que tenemos con otras implementaciones fueron de ese tipo: hubo personas que empezaron enseguida, otras que demoraron meses y a otras les tomó años.
¿Cuáles son las ventajas de usar la nube para el ámbito educativo?
OR: Una organización como Google puede ofrecer a los alumnos algo que a la universidad le resultaría difícil en cuanto a aspectos cuantitativos y cualitativos: una cantidad de espacio muy grande, una infraestructura de telecomunicaciones para hacer videos que a la universidad le sería muy difícil implementar por su cuenta. Además, es importante apoyarnos en una empresa grande que va a continuar el desarrollo de productos. La próxima vez que aparezca un dispositivo de comunicación que hoy no existe, Google va a llegar más rápido a darles herramientas a esos dispositivos que nosotros.
MB: Con la nube ganás independencia de los dispositivos y del lugar: podés trabajar desde cualquier lado y desde cualquier dispositivo. Los alumnos pueden así adaptarse y utilizar una tableta, un móvil o una laptop o la computadora de la escuela y seguir teniendo todo su ambiente configurado.
Mucha gente se siente más segura teniendo su información en un lugar físico, como una PC y no en la nube: ¿qué riesgos existen en términos de seguridad y de accesibilidad ante eventuales caídas del servicio? ¿Cómo se protegen de esos riesgos o eventualidades?
MB: Nosotros garantizamos un servicio 99,999% seguro. Eso quiere decir que es mucho más seguro tener las cosas en la nube que en tu computadora a nivel local. La nube está replicada a través de nuestro centro de datos, así que si se cae uno, tus datos no están solo en ese centro, sino que están replicados y siempre podés acceder a ellos. Por ejemplo, si se me cae el móvil y se me rompe, hace cinco años hubiera perdido todas las fotos y contactos. Eso ya no pasa: mis fotos están en la nube sincronizadas automáticamente, al igual que mis datos. Lo único que tengo que hacer es buscar otro móvil y ponerle mi cuenta para que se bajen todos los datos.
¿Qué aspectos específicos busca mejorar el ITBA con la adopción de Google Apps y qué resultados esperan conseguir con el cambio?
OR: Esta es una apuesta para que los docentes más que los alumnos, para que se incorporen al uso de estas nuevas tecnologías. Nosotros proponemos a los docentes que aprendan a trabajar en un ambiente en que hay una aparente pérdida de control de la situación, del flujo de la información, porque se horizontaliza. Pensamos que el resultado final es muchísimo más rico y la experiencia que van a tener tanto docentes como alumnos va a ser mejor que en las instancias de la educación clásica como la que estamos viviendo hoy en la mayor parte de las universidades argentinas.
¿Cuántas instituciones aproximadamente están adoptando Google Apps?
MB: A nivel de Argentina, estamos hablando de más o menos 300 instituciones, entre colegios y universidades. A nivel mundial hay 25 millones de profesores y estudiantes que hoy utilizan esta plataforma y sigue creciendo día a día.
¿Cuáles son las iniciativas de Google en materia educativa a nivel regional o local?
MB: Todo el tema de la educación para Google es un compromiso social. Tenemos una variedad de programas de apoyo y soporte a la educación. Hablamos de comunidades, no solo de herramientas de Google Apps (que son gratuitas para la educación), sino también de programas para comunidades, profesores y estudiantes. Por ejemplo, tenemos becas de estudio o el Google Science Fair, que es una competencia a nivel mundial entre alumnos de primaria y secundaria para participar en proyectos de ciencia.
A nivel universidad, hay programas de apoyo de infraestructura y de implementación de Google Apps, como el que estamos trabajando con el ITBA, en el que ofrecemos el soporte y apoyo técnico durante la implementación, pero también seguimos con capacitación a los profesores. A los estudiantes les sale muy fácil, pero los profesores necesitan un apoyo más para conocer todas las posibilidades de las herramientas, para que vayan más allá de Gmail o el calendario y los documentos y así usar todo el potencial de las más de 60 aplicaciones que tiene Google Apps.
En la actualidad cada vez más personas utilizan alguna forma de computación en la nube. ¿El futuro es cloud?
OR: Va a ser un híbrido. En ciertas cosas seguramente sí se va a ir a la nube y otras, por cuestiones de practicidad o de seguridad, probablemente no suban, como por ejemplo, los datos sensibles de una organización. Hay un factor limitante, en la Argentina específicamente, que es que las comunicaciones acá todavía son más lentas que en otros lugares, lo que también dificulta subir todo a la nube. Esos dos factores hacen, creo, que se siga en un esquema mixto.
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