No hay recurso más esencial para la vida ni peor gestionado que el agua. El agua potable y el saneamiento son derechos universales desde 2010, aunque este reconocimiento no garantiza su buen uso.
A menudo desperdiciada o usada en exceso, el agua padece las tensiones derivadas conciliar el interés personal -sacar el máximo beneficio propio- con el colectivo -garantizar la sostenibilidad de las reservas-.
No existe una fórmula que garantice el acceso a reservas de agua potable en todo el mundo, sin por ello agotar las reservas terrestres y subterráneas.
Con los retos existentes, el sector del agua es uno de los entornos más prometedores para que empresas de tecnologías limpias mejoren el uso del agua en la agricultura, la industria y los hogares.
Oportunidad de negocio para quienes mejoren la gestión del agua
Mientras debatimos sobre el precio real del agua y los derechos sobre su uso, el agua potable es un bien escaso para muchas personas, y existe una oportunidad de negocio para remediarlo. La caridad puede resultar, en ocasiones, poco efectiva y contraproducente, sobre todo en la gestión efectiva del agua de un bien difícil de gestionar y transportar.
El sector afronta una tendencia inequívoca hacia la escasez, a medida que aumenta el porcentaje de población mundial residente en países con clima árido y pocos recursos hídricos:
De los casi 7.000 millones de personas en el mundo, el 28% tiene Internet, mientras el 15% tiene un acceso deficiente al agua potable.
71 países padecen un descenso sostenido de sus reservas de agua potable (agua consumida que no es devuelta a los ecosistemas). De éstos, 45 padecen un estrés entre moderado y severo.
Varios de los principales productores y exportadores agrarios (China, India, Israel, Marruecos) padecen una pérdida severa de reservas de agua dulce, al consumir mucho más de lo que revierten a los ecosistemas.
Desde 1900, han desaparecido más de la mitad de los humedales del mundo. En España, destaca el espectacular retroceso de las Tablas de Daimiel.
Un tercio de las 105 mayores ciudades obtienen buena parte de su agua potable directamente de áreas protegidas.
Varios productos requieren una cantidad de agua desproporcionada. Si se cuenta el agua usada en todo el proceso (cultivo, recolección y tratamiento, empaquetado, distribución y elaboración en un establecimiento), una taza de café requiere el equivalente a 140 litros (591 tazas) de agua.
En los países más pobres, la mitad de las camas hospitalarias son ocupadas por pacientes con enfermedades relacionadas con agua contaminada o falta de saneamiento. El agua en mal estado, la diarrea y la falta de rehidratación matan a 5.000 niños al día.
Innovación en "tecnologías azules"
Varias startups tratan de paliar las principales carencias de la gestión del agua potable en el mundo. Internet llega ya a 1.800 millones de personas, pero todavía hay 1.000 millones que no tienen agua potable y saneamiento garantizados. Asimismo, países emergentes con el potencial de India conviven con compañías del agua burocratizadas e ineficientes, que obligan a cortar el suministro a diario durante horas y malgastan parte del recurso.
Las oportunidades empresariales se multiplican no sólo en potencias emergentes con amplias zonas áridas (China, India, México), sino también en el mundo desarrollado. Los principales retos en 2011 tienen que ver con la escasez, el acceso, la contaminación o el uso justo y eficiente del recurso.
Se puede mejorar el suministro tradicional; gestionar pozos de manera más sostenible; crear de mercados de derechos de agua que valoren el recurso en función de la demanda y las reservas existentes en cada momento; crear sistemas de riego baratos para agricultores con pocos recursos; mejorar el riego por goteo o la tecnología hidropónica; potabilizar agua contaminada, etcétera.
Tecnologías surgidas de la necesidad: el riego que surgió de los kibutz
Con un clima árido y una industria agraria que ha debido innovar para producir todo tipo de cosechas hortofrutícolas en zonas semi-desérticas, las empresas y cooperativas agrícolas (kibutz) israelíes son responsables de innovaciones en las últimas décadas.
Netafim, hoy una de las mayores empresas del sector de las tecnologías del agua ("blue tech"), fue fundada en un kibutz del desierto de Negev en 1965. Intrigado por el gran tamaño de un árbol, un ingeniero agrónomo descubrió que una tubería en mal estado suministraba un pequeño pero constante goteo directamente en sus raíces. Tras una concienzuda experimentación con distintos diseños, la empresa inventó el riego por goteo aquel mismo año.
Israel quiere ser el Silicon Valley del agua
Ahora, Israel quiere convertirse en el Silicon Valley de las tecnologías del agua. Para lograrlo, combinar el dinamismo de sus emprendedores, empresas de capital riesgo y centros de investigación con la experiencia acumulada gestionando agua. El caldo de cultivo es inmejorable: una comunidad científica bien financiada, cultura emprendedora y escasez de agua potable.
La tecnología del agua no despega sólo en Israel, sino también en los países emergentes, el mercado que crece con mayor rapidez, y varias de las innovaciones desarrolladas para sus clases medias aspirantes son adoptadas después en todo el mundo, también en los países ricos, debido a su idoneidad y precio ajustado.
Se trata de la innovación inversa, que recuerda que el mundo emergente crea lo mejor con cada vez más asiduidad. La tendencia podría extenderse también a las tecnologías del agua.
Estados Unidos y Australia: clima árido, agricultura y emprendedores
Estados Unidos y Australia comparten, además de cultura anglosajona, grandes extensiones desérticas y semi-desérticas, que incentivan nuevas empresas del sector del agua, especializadas en recolección de aguas pluviales, tratamiento de aguas grises, potabilización o riego por goteo.
Proliferan, asimismo, los especialistas en sostenibilidad, permacultura (Michael Mobbs, en Australia; y Mark Feitchmeir, en Estados Unidos, son dos ejemplos) y paisajismo nativo, campos muy relacionados con la gestión del agua en el sector doméstico.
El valor real del agua potable
Andrew Winston, autor de Green to Gold, menciona en Harvard Business Review las conclusiones de un estudio de la empresa estadounidense ITT, el mayor fabricante mundial de sistemas de bombeo, transporte, tratamiento y control de fluidos.
El informe, "The Value of Water", destaca la cantidad de agua derrochada y el dramático desfase entre el precio del agua y su valor real. Según ITT, sólo en Estados Unidos se rompen más de 650 cañerías a diario, con un coste de 2.600 millones de dólares al año. Como consecuencia, se desperdicia anualmente el equivalente al agua consumida por 68 millones de hogares en el mismo período.
Pero el estudio también muestra tendencias esperanzadoras. El 95% de los consumidores que participaron en la encuesta identifican el agua corriente como el servicio más importante que reciben en casa, por delante de la electricidad, el teléfono o Internet. Y aseguran que pagarían más por una infraestructura mejorada y más eficiente.
Sin olvidar que el estudio ha sido encargado por una empresa del sector, el contexto es esperanzador.
Innovando en la gestión del agua
Andrew Winston expone que la gestión del agua se convertirá en uno de los negocios más estratégicos del siglo XXI. La necesidad, recuerda, propulsa la innovación como ningún otro incentivo.
Desde las grandes empresas especializadas gestionar agua o construir equipamiento para grandes infraestructuras hídricas, hasta firmas que empiezan con pocos recursos, a menudo con un pie en la universidad y otro en el sector privado, el agua competirá con la energía y el transporte por un lugar central en el sector de las tecnologías verdes.
10 startups que quieren resolver la crisis del agua
Varias competiciones congregan anualmente a las nuevas empresas e ideas en el sector: entre los certámenes en los que abundan las startups especializadas en "tecnología azul", destacan ImagineH2O, CleanTech Open, y Global Entrepreneurship Week's Inaugural Startup, en Estados Unidos; o World Future Energy, en Oriente Medio.
Resumimos a continuación el plan de negocio de 10 de las nuevas empresas del sector del agua ("tecnología azul") con mayor potencial:
1. Global Easy Water Product (sistema de micro-irrigación, o riego de bajo consumo, de bajo coste)
Esta firma fundada en India en 2004 es uno de los exponentes del fenómeno de la innovación inversa: productos y servicios creados para el público mayoritario de los países emergentes que, por su conveniencia, calidad y precio ajustado, son posteriormente adoptados en el resto del mundo.
Global Easy Water Product ha creado un sistema de riego económico que permite cuadruplicar las cosechas, a un precio de 32,50 dólares por 0,1 hectáreas (1.000 metros cuadrados). Gracias al sistema de riego, cualquier campesino con bajo poder adquisitivo puede plantar cosechas de agricultura intensiva en tierras antes poco productivas.
El sistema de riego va destinado a agricultores de India y otros países en desarrolla, pero también podría interesar a aficionados e incluso gobiernos locales de Europa, Estados Unidos y otros lugares interesados en instalar huertos urbanos y metropolitanos, etcétera.
2. WaterHealth (depósitos potabilizadores para países pobres)
WaterHealth es una empresa fundada en 2003 India (Andhra Pradesh) y California, especializada en la purificación de agua y con 300 trabajadores, elegida entre las 100 mejores startups del sector de las tecnologías verdes por Global Cleantech 100, lista elaborada por The Guardian y Cleantech Group.
Cerca de 2.000 millones de personas consumen agua en mal estado y la situación, lejos de paliarse, empeora. Sanjay Bhatnagar, presidente de WaterHealth, pretende que acuerdos entre el sector privado (su empresa) y el apoyo local público (poblaciones rurales) distribuyan agua potable de manera efectiva y a bajo coste.
En lugar de fomentar los pozos i depósitos individuales, o los sistemas de purificación individuales, WaterHealth financia plataformas portátiles para purificar agua con préstamos bancarios (el 40% de la financiación la asume la comunidad, y WaterHealth el 60% restante). Cada proyecto, con un coste de entre 15.000 y 25.000 euros, se pone en marcha en 3 semanas y la infraestructura es mantenida por la compañía.
La empresa cobra 4 rupias (6 céntimos de euro) por 20 litros de agua purificada, o alrededor del 1% del precio del agua embotellada en las comunidades locales donde se instalan las purificadoras.
3. Strauss Water (electrodoméstico para purificar agua y hacer té)
Strauss Water, filial de la empresa de alimentación y bebidas israelí Strauss Group, comercializa desde el 18 de mayo de 2011, a través de un acuerdo con la firma china de línea blanca Haier Group, un purificador individual que no sólo filtra agua, sino que la calienta para hacer té.
China es el primer mercado elegido para el pequeño electrodoméstico, ha declarado Rami Ronen, presidente de Strauss Water. La empresa pretende suplir a los clientes de la segunda economía del mundo con un dispositivo que evite enfermedades y, a la vez, proporcione una bebida cotidiana en el país. El aparato se vende por 4.490 yuan (482 euros).
4. Emefcy (tecnología para potabilizar agua y, de paso, generar energía)
La startup Emecfy centra su negocio en reducir la cantidad de energía necesaria para potabilizar agua en mal estado. Se estima que el 2% de toda la energía consumida en la actualidad es empleado en procesos relacionados con la potabilización del agua que se consume en el mundo.
Uno de sus productos emplea bacterias "electrogénicas" para convertir las piscinas de aguas residuales de las plantas potabilizadoras en baterías, capaces de generar energía, que convertirían cualquier planta potabilizadora en una central de generación eléctrica.
5. TaKaDu (detecta y previene fugas de agua en las infraestructuras)
TaKaDu ofrece software como servicio (SaaS) para monitorizar el estado de las redes de distribución de agua potable. La plataforma, que se personaliza en cada instalación, permite descubrir escapes y evitar roturas, a menudo antes de que se produzcan.
El servicio de TaKaDu estudia la información recopilada por los sensores que se han instalado previamente en la red de distribución, a través de una criba constante. Incluso un cambio aparentemente anodino (por ejemplo, del 1%) del caudal en un punto determinado puede indicar una fuga, que se agravaría y podría derivar en una ruptura si no es reparada a tiempo.
El sistema de detección de fugas y rupturas en infraestructuras hídricas de TaKaDu es usado en Londres y Jerusalem.
6. Agua Via (membrana nanotecnológica que desaliniza con un 66% menos de energía y a mitad de precio)
La empresa ha desarrollado una membrana nanotecnológica que reduce en un 66% la cantidad de energía necesaria para desalinizar agua, mientras el coste baja un 50%.
Según Agua Via, es sólo el primero de sus productos para potabilizar, desalinizar agua y tratar aguas residuales a precios competitivos y usando menos energía que los procesos tradicionales.
7. The Water Initiative (potabilizadora de bajo coste que no requiere energía)
Kevin McGovern, emprendedor de Nueva York tras la firma The Water Initiative, cree que la potabilización de aguas contaminadas en los países y zonas rurales sin apenas infraestructura debe ser más efectiva y económica.
Actualmente, un purificador de agua convencional puede costar hasta 170 dólares en un país como India.
The Water Initiative ha creado un dispositivo de filtrado que potabiliza el agua doméstica y es reemplazado una vez al año. A diferencia de la ósmosis, el purificador no consume energía y el agua filtrada es apta para el consumo humano.
8. FogBusters (tratamiento de agua convirtiendo hidrocarburos retirados en biodiésel)
FogBusters ha convertido en oportunidad de negocio lo que para las empresas de tratamiento de aguas residuales y potabilización no es más que un problema: el petróleo, los biocombustibles y otros restos de hidrocarburos en aguas residuales.
La empresa procesa aguas residuales capturando restos de hidrocarburos y, en lugar de deshacerse de ellos, los convierte en biodiésel que puede vender a continuación.
9. Puralytics (purificación del agua con procesos fotoquímicos)
La startup con sede en Beaverton, Oregón, ganadora del certamen CleanTech Open 2010, usa procesos fotoquímicos para eliminar residuos del agua. Su objetivo es potabilizar agua usando la mínima energía y con el menor impacto posible.
Puralytics aplica luz ultravioleta para reducir las concentraciones de mercurio, plata, arsénico y cromo. A continuación, separa el resto de contaminantes de las moléculas de agua usando la misma técnica. Acto, seguido, un material catalizador absorbe los metales pesados, el arsénico, permanganato y otros contaminantes.
Finalmente, varias frecuencias de luz ultravioleta desinfectan cualquier patógeno residual, de un modo más efectivo, según la firma, que métodos convencionales de esterilización con luz ultravioleta (como la irraciadión ultravioleta germicida, UVGI en sus siglas en inglés).
10. Aqwise (tratamiento acelerado de aguas residuales con bacterias)
Varias de las nuevas empresas especializadas en tecnologías del agua han sido fundadas por veteranos de la industria informática e Internet. Es el caso del emprendedor tras Aqwise, Elad Frenkel, quien ha declarado que "quería inventar algo más que un nuevo tono de llamada".
Aqwise proporciona tecnologías a empresas de tratamiento de aguas, públicas y privadas, para tratar aguas residuales de un modo más rápido y barato.
Las plantas que incorporan su tecnología trabajan con lo que la empresa define como "portadores de biomasa", estructuras de plástico con una gran superficie que proporcionan a las bacterias más espacio para crecer. Las colonias de bacterias que se encargan de tratar el agua digiriendo residuos aceleran el proceso, al ser estimuladas para ello.
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