HTC incluye dos cámaras traseras para tener más información sobre la imagen y separar el fondo del primer plano; Samsung suma, por primera vez, la detección de fases a la cámara de un smartphone
En febrero presentaron el Samsung Galaxy S5 ; hace unos días le tocó el turno al HTC One M8 . Dos smartphones de muy alta gama que competirán por estar en el podio de los mejores del año. Tienen algunos puntos en común (usan el mismo procesador con la misma cantidad de RAM, por ejemplo) y, lógicamente, muchas diferencias.
Donde además marcan un antes y un después respecto del resto de la industria es en la cámara digital: como en 2013, es un punto en el que los fabricantes todavía encuentran cómo diferenciarse.
Este año no será diferente, excepto que el cambio no viene en la cámara en sí, sino en los elementos adicionales que agregan. Veamos, en orden cronológico.
SAMSUNG GALAXY S5
Lo interesante, en lo que atañe a la fotografía en el Samsung Galaxy S5, no está tanto en su sensor principal, aunque parece ser muy bueno: 16 megapixeles (1/2,6 pulgadas de tamaño, pixeles de 1,12 micrones de lado para su sensor ISOCELL de fabricación y diseño propio, apertura F/2.2), graba en HDR en forma automática (es decir, registrando y combinando imágenes sobreexpuestas y subexpuestas en tiempo real para evitar claroscuros) y captura video en resolución 4K. También suma la posibilidad de reenfocar una imagen después de que fue tomada, una herramienta denominada Foco Selectivo, y que funciona en forma similar al Refocus de Nokia (más sobre esto abajo).
La cámara de 16 megapixeles, el flash y el monitor de ritmo cardíaco. Foto: Archivo
Lo novedoso, sin embargo, está en la inclusión de un sensor de detección de fases como alternativa al método clásico de foco por contraste que usa la mayoría de los smartphones. El foco por detección de fases no es un concepto nuevo: de hecho, se usa hace muchísimo tiempo en las cámaras profesionales, pero Samsung (o uno de sus proveedores) se las ingenió para hacer una versión económica y de fabricación a gran escala.
¿Para qué sirve? Para lograr que haga foco en 300 milisegundos. ¿Cómo lo logra? Analizando la luz que entra por lados opuestos de la lente; cuando ambos haces de luz convergen en un punto del sensor es que el objeto a retratar está en foco. En este caso, Samsung está combinando el método tradicional por contraste con el de detección de fases para lograr esa velocidad en hacer foco.
HTC ONE M8
El HTC One M8 también es capaz de hacer foco en 300 milisegundos, pero usa otro método: se apoya en una cámara secundaria a la principal. El sensor principal es el mismo del HTC One original: 4 megapixeles de resolución en un sensor de 1/3 pulgadas de tamaño, 2 micrones por lado para cada pixel del sensor. Pierde, sin embargo, la estabilización óptica de imágenes para hacer lugar a la segunda cámara trasera (de 2 megapixeles; es el mismo módulo que estaba en la cámara frontal del primer One); su función principal está en asistir en el foco y en sumar profundidad de campo.
Lo novedoso, sin embargo, está en la inclusión de un sensor de detección de fases como alternativa al método clásico de foco por contraste que usa la mayoría de los smartphones. El foco por detección de fases no es un concepto nuevo: de hecho, se usa hace muchísimo tiempo en las cámaras profesionales, pero Samsung (o uno de sus proveedores) se las ingenió para hacer una versión económica y de fabricación a gran escala.
¿Para qué sirve? Para lograr que haga foco en 300 milisegundos. ¿Cómo lo logra? Analizando la luz que entra por lados opuestos de la lente; cuando ambos haces de luz convergen en un punto del sensor es que el objeto a retratar está en foco. En este caso, Samsung está combinando el método tradicional por contraste con el de detección de fases para lograr esa velocidad en hacer foco.
HTC ONE M8
El HTC One M8 también es capaz de hacer foco en 300 milisegundos, pero usa otro método: se apoya en una cámara secundaria a la principal. El sensor principal es el mismo del HTC One original: 4 megapixeles de resolución en un sensor de 1/3 pulgadas de tamaño, 2 micrones por lado para cada pixel del sensor. Pierde, sin embargo, la estabilización óptica de imágenes para hacer lugar a la segunda cámara trasera (de 2 megapixeles; es el mismo módulo que estaba en la cámara frontal del primer One); su función principal está en asistir en el foco y en sumar profundidad de campo.
La cámara principal del HTC One M8, la cámara para medir la profundidad de campo y los dos flash (amarillo y blanco).
Aunque no toman fotos en 3D, las dos cámaras trabajan al unísono; la secundaria suma información sobre lo que está detrás del objeto en foco para hacer dos cosas: uno, medir la distancia, para definir el brillo de sus dos flashes (blanco y amarillo, para corregir la temperatura del color de la imagen y que no vire al azul, o amarillo, etcétera). Y dos, separar lo que está en primer plano del fondo, creando una imagen estereoscópica que no es 3D (no hay ilusión de volumen) pero que sí logra una separación entre lo que está más cerca de la cámara de lo que está más lejos, gracias a la información que registró la segunda cámara.
¿Para qué? Para poder editar ese fondo sin modificar el frente; se pueden aplicar filtros a una parte manteniendo intacta la otra: por ejemplo, desenfocar todo el fondo, tomar el objeto en primer plano y pasarlo a otra foto, cambiar levemente la perspectiva de la imagen después que se tomó la foto (usando la foto que toma la segunda cámara principal) o reenfocando la foto después de que fue tomada, como permiten Nokia, Samsung y LG, pero sin apelar a una sucesión de imágenes con foco variable, sino tomando la información que registró la cámara secundaria.
El HTC One M8 ya se vende en Estados Unidos, por lo que hay múltiples reseñas; la mayoría señala que el truco de separación de planos tiene sus limitaciones, y a veces le cuesta diferencias qué debe quedar en foco y qué borronearse. Pero es difícil argumentar en contra de algo que requiere apenas tocar un botón y esperar un segundo de procesamiento en un teléfono, una tarea que en una PC llevaría un tiempo considerable (y mucha pericia)..
Aunque no toman fotos en 3D, las dos cámaras trabajan al unísono; la secundaria suma información sobre lo que está detrás del objeto en foco para hacer dos cosas: uno, medir la distancia, para definir el brillo de sus dos flashes (blanco y amarillo, para corregir la temperatura del color de la imagen y que no vire al azul, o amarillo, etcétera). Y dos, separar lo que está en primer plano del fondo, creando una imagen estereoscópica que no es 3D (no hay ilusión de volumen) pero que sí logra una separación entre lo que está más cerca de la cámara de lo que está más lejos, gracias a la información que registró la segunda cámara.
¿Para qué? Para poder editar ese fondo sin modificar el frente; se pueden aplicar filtros a una parte manteniendo intacta la otra: por ejemplo, desenfocar todo el fondo, tomar el objeto en primer plano y pasarlo a otra foto, cambiar levemente la perspectiva de la imagen después que se tomó la foto (usando la foto que toma la segunda cámara principal) o reenfocando la foto después de que fue tomada, como permiten Nokia, Samsung y LG, pero sin apelar a una sucesión de imágenes con foco variable, sino tomando la información que registró la cámara secundaria.
El HTC One M8 ya se vende en Estados Unidos, por lo que hay múltiples reseñas; la mayoría señala que el truco de separación de planos tiene sus limitaciones, y a veces le cuesta diferencias qué debe quedar en foco y qué borronearse. Pero es difícil argumentar en contra de algo que requiere apenas tocar un botón y esperar un segundo de procesamiento en un teléfono, una tarea que en una PC llevaría un tiempo considerable (y mucha pericia)..
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