Lucio Ruiz, jefe de Internet de Vaticano: “El mensaje del papa Francisco es viral”
El argentino, responsable del área online de la santa sede, cuenta los motivos para llevar la iglesia a las redes sociales
Vive en el Vaticano, pero en su manera de hablar, español con un toque de italiano, aparece mucho de su Santa Fe natal. Lucio Ruiz es el jefe del Servicio de Internet de la santa sede desde hace años, pero comenzó a ser conocido cuando a horas de la llegada del papa Francisco le entregó a su coterráneo una tablet iPad.
Más allá de ese momento, que Ruiz quiere despegar de la marca de la manzanita, el trabajo del Vaticano en Internet ha vivido grandes cambios en los últimos años, sobre todo de la mano de la llegada de las redes sociales donde la iglesia ha decidido estar presente pese a las críticas que recibe: al ver las respuestas a un tweet aleatorio se ven críticas relacionadas con la pedofilía y los modos de financiación de la institución. Sin embargo hoy el papa cree que tiene sentido estar presente allí.
En una visita a su país natal, en la que dio una charla en la Universidad Católica Argentina, Ruiz se prestó a una entrevista en persona con Infotechnology.com para contestar las preguntas sobre su rol de virtual community manager del papa Francisco.
¿Cómo se llega a que una institución tan tradicional como el Vaticano entre a un ambiente más desordenado como las redes sociales donde las críticas a la iglesia son muy directas? Hay que partir del inicio de la entrada a la “digitalidad”, la world wide web se difunde en 1994 y en 1995 el Vaticano ya tenía un sitio muy humilde, pero estaba. Entonces siempre estuvo la idea de estar donde estaba la gente. Lo vemos con la televisión, lo vemos con la radio, siempre estuvo la idea de seguir el camino cultural. La pintura inclusive fue la catequesis de los que no sabían leer.
Claro que a veces a la iglesia le sale mejor y otras le sale peor. Como salga no invalida la idea de que ahí está la gente y por ende tiene que estar a la iglesia.
En cuanto a @pontifex al principio parecía que Twitter era sólo para mandar mensajitos, pero ahora parece que del día a la mañana todo es Twitter. Algo similar pasó con Youtube o Facebook que estaban ahí, pero un día nos despertamos y nos encontramos con que estaban pasando cosas muy interesantes allí y no nos habíamos dado cuenta. Entonces empezamos a estudiar qué hacer justamente por lo que usted decía: la presencia del santo padre en la cultura tiene una imagen, una forma de estar, y estas redes tienen otra manera. Entonces se analizo si se entraba o no y se tomó la decisión de ir hacia ahí. Hoy nos damos cuenta de que el bien y la aceptación es mucho más grande que los aspectos negativos.
Uno mira Twitter y se escandaliza con lo feo que se le dice al santo padre, pero eso es el 1 por ciento de lo positivo que se dice o los retweets que se consiguen. El papa dice una cosa, algunos responden y de esos, muy pocos son malos. El fenómeno no es tanto cuanta gente responde, sino a cuanta gente le llega el mensaje. Una enorme mayoría se queda pensando en ese mensaje más allá de si lo responde o no.
Además, lo negativo no es distinto de la realidad real (sic). Uno sabe que sale a la calle y puede ser criticado, pero no podemos vivir encerrados en una burbuja para que nadie nos diga nada porque Jesús no fue así..
La idea de la iglesia es: ¿Queremos estar protegidos para que nadie nos diga nada? o ¿queremos acercarle a la gente el mensaje de dios? Cuando uno sale a la gente, al mundo y a la cultura sabe que hay gente que lo acepta y gente que no. No podemos retirarnos de la calle porque alguien nos pueda decir algo que no nos guste. Si estamos hablando del amor, del respeto y “qué sé yo” porque un grupito de personas diga o haga algo que no te guste no podés quedarte dentro de tu casa y no salir nunca más. Hay una decisión tomada de estar donde está la gente.
- ¿Pensaron en algún momento en que desde las cuentas oficiales se le conteste a los seguidores?
Lo que pasa es que parece que el Vaticano es una realidad infinita, pero en realidad es una realidad finitisima (sic). El Vaticano se ocupa de todo el mundo y somos cuatro gatos ahí adentro para hacer todo.
Además si generás una respuesta empieza a generarse un bucle de respuestas para toda la vida. Primero está esa limitante estadística, pero también hay otra cosa: la santa sede no quiere entrar en un ping pong que tampoco le corresponde como actividad porque para eso está el obispo, el párroco y toda la evangelización persona a persona .
- El lanzamiento de las cuentas en Twitter fue en diciembre, ¿qué trabajo previo hubo antes y qué rol tiene el papa?
Claro que el papa lo sabe , si él no quiere no se hace. Por eso simbólicamente apareció la famosa foto del tweet de Benedicto con el dedito enviando el tweet, de una manera similar a como se hizo cuando Juan Pablo II envió un mensaje a Oceanía. Eso se hace para mostrar que no es que el papa no tiene idea de lo que pasa. Él twitteó, pero a conciencia de lo que hacía. No es que alguien le cae con una tablet y le dice “apriete que se va a prender la luz”.
Después por ejemplo en el caso de Francisco sus mensajes están muy de la mano de la tecnología porque son mensajes pequeños que de ahí a que terminen en un tweet no pasa nada porque si no lo twitteamos nosotros lo twittean los miles de peregrinos que están en la plaza San Pedro. Es una frase twitteada. Yo digo que él twittea o hace Facebook mientras vive. Él es un tweet caminando. Es una comunicación tan dinámica que la gente se siente tocada y retransmite. Es como si permanentemente está pensando en esto. Generar un video de Youtube o una galería fotográfica es simple porque él la hace antes de que vos la hagas aunque no tenga idea tecnológicamente de cómo se hace eso. Ya está hecho, la organización lo único que hace es pegarlo en una computadora y emitirlo, pero parece que todo ya está hecho por él.
- ¿Cuál es la relación de Francisco con la tecnología?
Se sigue el flujo de lo que se venía haciendo, pero este flujo se vio altamente ampliado porque su acción pastoral es muy comunicativa: sus mensajes son fuertes, concisos y breves. Es muy fluido pasar de lo que dice a un tweet y si no lo hacemos nosotros lo hace el resto de la humanidad que está mirando. Sus frases y sus fotos reclaman justicia al cielo de que sean compartidas. El mensaje del papa Francisco es viral. Satura los servers, se transmiten más fotos de las que podríamos llegar a procesar.
Por ejemplo: fueron tres nanosegundos desde que firmó un yeso y la foto fue viral, estaban tan contentos la nenita como él. No estaba haciendo un show. Vio el yeso y el yeso se firma. Tal vez diez siglos atrás no se firmaba un yeso, si hoy todo el mundo firma un yeso, él se baja y firma el yeso. - ¿Cuánta gente se dedica a Internet en la santa sede?
En la oficina de Internet de la santa sede somos 30 personas. Luego le brindamos parte del soporte de la tecnología a los distintos ministerios del Vaticano que, a veces, tienen personal especializado. Nosotros trabajamos, junto a la secretaría de Estado, para que las distintas traducciones de los textos estén validadas y no sean ambiguas en diferentes países.
En la secretaria de Estado es donde se validan los textos de cada idioma. Luego de aprobados se envían tratando de hacer todo el proceso lo menos burocrático posible porque muchos mensajes son válidos en un momento y no un rato después.
- ¿Tercerizan parte del trabajo?
No, para nada. Todo lo hacemos dentro del Vaticano.
- En su caso puntual, recuerdo el iPad y veo que tiene un iPhone en el bolsillo. ¿Usted que tecnología usa?
Todo. Tenemos que probar todo. En nuestra oficina tenemos todos los aparatitos posibles porque la compatibilidad y los estándares no funcionan tan bien hoy. Hacés una app para Android y hay que probarlo en todas las versiones de Android y hay que ver si crashea o no. Lo mismo cuando vemos algo para tablets, hay que probarlo en diferentes equipos.
¿Por qué no elegimos una tecnología y le digo a ustedes elegimos esto? Por que nuestra idea no es elegir una tecnología, sino llegar al mundo con nuestro mensaje por lo tanto usamos cualquier equipo que nos sirva. Todo el mundo dijo “Ah, le regalaste esta marca”, pero sinceramente yo pensé en el amor que le quería dar al nuevo papa. Cuando le di la tablet le dije que “esto se llama nueva evangelización, nosotros seremos sus manos, brazos y bocas digitales para llegar hasta los extremos confines del orbe”. Si esa tableta es a, b o c ni lo pensé. Es igual cuál es, se lo regalamos como un signo de presencia cultural.
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