jueves, 29 de agosto de 2013

LAS VIDAS QUE HAN CAMBIADO LA REVOLUCION DE LAS LLAMADAS ONLINE

 


Las vidas que ha cambiado la revolución de las conversaciones online





Ya han pasado 10 años desde que apareció Skype.


Esta plataforma de chat en internet no fue la primera en permitir a la gente hacer llamadas de voz a través de la red.


Pero ayudó a popularizar el concepto al permitir que el público hiciese llamadas gratuitas de computadora a computadora y al utilizar la tecnología peer-to-peer -lo que significa que las conexiones mejoraron cuanta más gente la empleó.


Hoy la VoiP (telefonía via internet) y los chats de video son algo que muchos de nosotros conocemos bien y damos su uso por sentado. Y Skype enfrenta competencia de una multitud de rivales, como Google Hangout, Facetime de Apple, BBM de Blackberry, Tango y Viber.


Pero en este aniversario vale quizás la pena reflexionar sobre el impacto que las tecnologías pueden tener en la vida de las personas.


Cuando Lu Yang y Hamid Sirhan, recién casados y con sede en Londres, decidieron tener un bebé, Lu sabía que sus padres chinos no podrían venir a visitarlos a menudo.


Al final resultó que, ni su madre y ni su padre pudieron hacer el viaje cuando ella tuvo a su hija Yasmina.


Pero las videoconferencias le permitieron presentarle al bebé a la abuela y el abuelo en Pekín, China.


"Hablamos con ellos cada noche, y es la única manera de que vean crecer a su nieta", dice Yang.



"Hablamos con mis padres cada noche por videoconferencia. Es la única manera de que vean crecer a su nieta"


Lu Yang, de ascendencia china, vive en Londres.


"Ellos no pueden darse el lujo de venir a Londres en estos momentos, y nosotros tampoco podemos ir hasta allí", añade.


Yang explica que también ha utilizado esta tecnología para actividades mucho más serias. Hasta hace poco, trabajaba para una organización benéfica con sede en Londres que ayuda a los periodistas independientes perseguidos en todo el mundo.


"Es la única vía para entrar en contacto con algunos periodistas de países con regímenes represivos, como algunos antiguos estados soviéticos", dice Yang.


"Allí simplemente los pueden matar si tratan de ponerse en contacto con nosotros a través del celular, para discutir las historias en las que están trabajando, que suelen ser historias sobre corrupción y la delincuencia", añade.
Doctores robot


Esta tecnología también ha sido de gran ayuda para los médicos.


Por ejemplo, el doctor Maneesh Batra, del Hospital de Niños de Seattle en Estados Unidos, llama habitualmente al hospital Kiwoko en un área rural de Uganda rural para ofrecer su experiencia a los médicos locales.


Batra dice que el uso del video hace que sea más fácil de explicar los procedimientos más complicados, en vez de tratar de hacerlo por correo electrónico o simplemente por voz.





iRobot conecta al médico con el paciente a través de videollamada.



Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT en sus siglas en inglés) está intentando ir un paso más allá junto con la empresa iRobot.


Ambos han desarrollado una máquina que se desliza por los pasillos del hospital, que permite a los médicos atender a pacientes basados en otros edificios, mediante una videollamada.


Para facilitarlo, el robot cuenta con una pantalla de 15 pulgadas (38 centímetros), micrófono y cámara integrada que se conectan a un sistema de videoconferencia de Cisco.


"Hay un envejecimiento de la población, especialmente en los países desarrollados. Existe una crisis por todo el costo de la prestación de asistencia sanitaria y tenemos la tecnología robótica, por lo que podemos juntar todo este conocimiento y conseguir soluciones", le dice a la BBC Jeff Beck, jefe de operaciones de la empresa.


Por supuesto, algunos pacientes mayores podrían ver un poco menos atractiva la idea de que su doctor se "teletransporte" durante las consultas a través de este tipo de máquinas.
Positivo y negativo





Microsoft compró Skype en 2011, y ha añadido la tecnología a su servicio de correo electrónico de Outlook.


El gigante tecnológico Microsoft compró Skype en 2011 por US$8.500 millones y, como era de esperar, el vicepresidente corporativo de Microsoft para Skype, Mark Gillett, tiene su propia historia favorita sobre cómo puede la tecnología "unir la vida de la gente" .


"Hace un año vi un par de retratos en que unas personas habían enganchado sus computadoras portátiles a un proyector y [utilizaron el software] para unir a la familia", le dijo a la BBC.


"Era una familia dividida entre Corea del Norte y China. Ellos nunca podrían haber estado juntos de otra manera. Era una representación tan visual y gráfica de la capacidad del video para disolver la geografía".


Pero, entre todos sus beneficios, también hay un lado oscuro en el aumento del uso de la tecnología de videoconferencia.


A principios de esta semana, un cadete militar australiano fue acusado de utilizar Skype para transmitir las imágenes de él mismo teniendo relaciones sexuales con una compañera de trabajo a un cuarto de otros estudiantes, sin que la víctima fuera consciente de su plan.


El incidente ha obligado al gobierno a ordenar una amplia revisión sobre acusaciones del sexismo en el ejército.


También ha habido numerosos casos de personas que utilizan este tipo de programas para persuadir a los menores a que adopten sugerentes posturas y utilizan luego las grabaciones de las imágenes para chantajearlos.


"El hecho de que las personas puedan utilizar este tipo de software, a la vez que son difíciles de rastrear, significa que puede ser objeto de abuso", advierte John Carr, secretario de la Coalición Británica de Organizaciones Benéficas para la Seguridad de los Niños en Internet.


"Es por eso que los padres deben hablar con sus hijos para que tengan cuidado de con quién hablan".


Sin embargo, añade que a nivel personal la videoconferencia recientemente salió "al rescate" de su familia.


Las autoridades de inmigración británicas no permitían la entrada al país a la pareja camboyana de su hija embarazada, por lo que decidieron que el nacimiento tuviese lugar fuera del Reino Unido.


Por este motivo, Carr no pudo estar presente en el gran día. Pero una tableta le ayudó a no quedar completamente excluido del evento.


"Vi a Ivy cuando todavía estaba unida al cordón umbilical y la vi descansar sobre el pecho de su agotada madre", recuerda Carr.

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